ESQUIZOFRENIA
¿Qué es la esquizofrenia? La esquizofrenia es un trastorno cerebral que distorsiona la forma en que una persona piensa, actúa, expresa emociones, se relaciona con los demás y de cómo percibe la realidad. Los delirios y las alucinaciones son el sello de este trastorno, haciendo que se pierda el contacto con la realidad. Sin embargo, es importante considerar la esquizofrenia como un gran sobre que recoge distintos diagnósticos (delirios, alucinaciones, desequilibrios el comportamiento...)
1,1% (51 millones de personas) de la población mundial mayor de 18 años tiene esquizofrenia. Pero existe un gran problema, ya que 1 de cada 10 persona con esquizofrenia se quita la vida y otras 4 de cada 10 intentan suicidarse al menos una vez. Y es que, normalmente, la gente con esquizofrenia no habla abiertamente de sus alucinaciones porque la gente suele mirar con miedo cuando les cuentan lo que ven, pero la realidad es que no son muy diferentes a ti. Todos vemos, oímos y sentimos cosas cuando soñamos. ¿Te imaginas tener una pesadilla mientas estás despierto? Pues una persona con esquizofrenia solo es una persona que no puede despertar de su pesadilla.
Creo que la gente que tiene esquizofrenia debería de perder el miedo a poder decir abiertamente: "YO TENGO ESQUIZOFRENIA", porque no pasa nada por tener esquizofrenia. No hay esquizofrénicos, hay personas con esquizofrenia, y estas personas pueden ser tu mujer, tu marido, tus hijos, tus vecinos, tus amigos o incluso tú. Hay que aprender a diferenciar el ser con el tener. Las personas no son enfermedades. Una enfermedad no te define como persona. Una enfermedad o un trastorno es una característica que posees, al igual que puedes tener los ojos verdes, tener habilidad en las matemáticas o tener la facilidad de hacer amigos. No hay que reducir a una persona a una enfermedad. "Juan no es esquizofrénico. Juan es una persona que tiene esquizofrenia, además de tener otras muchas cosas como una sonrisa muy bonita y una gran talento en la cocina". Todas estas características, hacen que SEA Juan.
Sin duda, hay que garantizar la dignidad de las personas con enfermedad mental y evitar la discriminación y la estigmatización que sufren. Aún quedan muchos muros que derribar. La imagen social de la enfermedad mental, en general, es muy dura y está asociada a temas de peligrosidad y violencia. No es una buena carta de presentación, por lo que muchos sufren el rechazo social y el suyo propio al anticiparse al fracaso. Pero, ¿Sabias que el brillante de Einstein o que el famoso pintor Van Gogh sufría esquizofrenia?