EL ARTE DE LA MEDICINA
Muy a menudo, me lanzan preguntas del tipo: "¿Por qué escogiste estudiar medicina?" "¿Por qué quieres ser médico?" "¿Querías serlo de pequeña?" "¿Tus padres son médicos?" "¿Sabes qué vas a tener que estudiar mucho?"
A priori, respondo con respuestas igual de monótonas que las preguntas: "Me gusta la medicina", "Me interesa como funciona el cuerpo humano", "Se me da bien tratar con la gente", "Gran parte de mi familia es médico", "Supongo que por vocación."
La gran mayoría de veces, no me paro a pensar porque realmente estoy estudiando medicina, ni porque quiero ser lo que quiero ser de mayor, una gran médico. Es por eso, que quiero plasmar en este artículo, mi verdadera respuesta.
Para cuando me preguntan: y tú, ¿por qué quieres ser médico?
¿Por qué quieres ser médico? Básicamente, quiero conectar con otro ser humano, conocerlo, ayudarlo y salvarlo. Quiero aprender a escuchar realmente a las personas y a saber mirar más allá del problema. Ver lo que los demás no ven o lo que los demás deciden no ver por temor, conformismo o pereza. Quiero ver el mundo de una forma nueva cada día y creo que siendo médico debería de estar en el buen camino.
El médico se comunica con los pacientes cuando están más vulnerables, les da tratamiento, pero también les da consejos y esperanza. Puedes llegar a alegrarle el día a una persona, incluso si esta persona es un paciente que sufre. Todo ser humano tiene impacto sobre otro. La misión de un médico no debería de reducirse solo a prevenir la muerte, sino a mejorar la calidad de vida. Cuando se trata a una enfermedad, unas veces se gana y otras se pierde, pero si se trata a una persona, seguro que se gana y no importa tanto el resultado. ¿Qué tiene de malo la muerte? ¿de qué estamos tan mortalmente asustados?
Quise ser médico para poder ayudar a los demás. Creo que todo médico debería de enamorarse de la medicina. Me atrevo a decir, que siento pasión por ser médico, porque me va a ayudar a vivir una vida de forma más plena, tanto profesionalmente, como personalmente. Me he dado cuenta de que ayudando a los demás, me olvido de mis propios problemas. Y aquí es donde yo veo el arte de la medicina.
¿No es un médico el que ayuda a otro? Quiero abrir la puerta a los necesitados, a los que sufren, cuidarles y escucharles, siendo consiente de que voy a tener entre mis manos lo más preciado que puede tener cada uno, la vida. Y por eso quiero ser médico. Se que es una responsabilidad muy grande, que el camino no es fácil y que voy a tener que luchar y trabajar mucho para conseguirlo. Pero quiero llegar a ser médico sin que se me olvide implicarme, complicarme y replicarme.
Implicarme, para sorprenderme, para que no sepa dejar de mirar, ni dejar de amar. Complicarme la vida, haciéndome apasionada. Complicarme porque las cosas no son fáciles, porque las lagrimas duelen y los gritos no se pueden apagar. Replicarme, cuando pongo argumentos para escabullirme.
Repito, quise ser médico para ayudar a los demás. Por eso, cuando este demasiado centrada en mis problemas, demasiado ocupada en salir yo adelante, quiero que recuerdes:

